Rearme, acopio de comida y refugios: el plan de la UE ante pronósticos de guerra

El cambio de mentalidad en la Unión Europea es cosa de todos y la Comisión Europea parece haber apostado por la vía alarmista para implicar a los ciudadanos en la nueva era de la defensa y de la seguridad: no solo hay que comprar armas, también llenar la despensa. De un lado están los planes de Bruselas de invertir en competitividad, en compras militares, en un rearme urgente dada la situación global. Del otro, el aviso a la gente de que ellos son también parte de esta hoja de ruta, como se refleja en la Estrategia de Preparación ante Crisis que presenta este miércoles el Ejecutivo comunitario.

La primera parte es la de la concienciación, la de la pedagogía. Bruselas pide a los ciudadanos europeos que hagan acopio de agua, comida, medicinas críticas y baterías en caso de crisis para un periodo de al menos 72 horas, con la idea de estar preparados en caso de crisis, guerra o situaciones como ciberataques. No hay una guerra, pero puede darse en el futuro, es el resumen de todo. Así, la Comisión Europea avisa en el documento de la necesidad de estar preparados para conflictos armados, ciberataques, pandemias y desastres climáticos y al mismo tiempo anuncia una nueva estrategia para proteger las infraestructuras clave y reforzar la seguridad frente a ciberataques y sabotajes; esto tiene que ver por ejemplo con la idea de evitar situaciones como la vivida con el gasoducto Nord Stream.

La nueva era de la Defensa, recuerda Bruselas, implica a todas las partes de la sociedad y por eso el Ejecutivo comunitario llama a “una estrecha cooperación entre organizaciones civiles y militares, incluidos ejercicios y simulacros a gran escala para poner a prueba la respuesta colectiva de la UE ante emergencias o atentados”. Esto, de hecho, casa directamente con el concepto que quiere defender por ejemplo España: la seguridad europea no va solo de rearmarse, sino que el concepto es mucho más amplio.

En total Bruselas plantea 30 medidas en este sentido, como método de concienciación para que no se repitan escenas como las vividas al inicio de la pandemia del Covid. “Mejor prevenir que curar”, repiten las fuentes. Los ciudadanos tienen que “cambiar de mentalidad” ante la nueva época que toca vivir, y en este sentido la Comisión recoge que creará una plataforma digital “para facilitar información sobre refugios y opciones de emergencia a ciudadanos y viajeros”. Al mismo tiempo, aboga por un sistema de gestión a escala europea “de las reservas estratégicas de medicamentos, materias primas esenciales, energía y alimentos” y reitera que Rusia es una amenaza existencial ahora para la Unión y puede ser la impulsora de este tipo de ataques.

Todo esto convive con la parte de la inversión. Esa parte es responsabilidad de las instituciones, que siguen a vueltas sobre cómo financiar el plan de Von der Leyen a 10 años, que prevé movilizar 800.000 millones de euros en total. La teoría está sobre la mesa, pero falta la práctica. “Todavía estamos en el inicio del camino, y es un camino que hemos empezado tarde”, reconocen las fuentes comunitarias consultadas por 20minutos. En este sentido, varios líderes han ido pidiendo que se aceleren las inversiones a nivel europeo y quieren que estas se puedan hacer a través de ayudas directas, no solo de préstamos. De este modo, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, cree que la UE no se puede quedar solo en el mensaje. “Es importante utilizar este tiempo precioso que Ucrania nos está comprando para reforzar nuestras capacidades militares. Tenemos que rearmarnos porque, de lo contrario, seremos la segunda víctima de la agresión rusa”, esgrimió; mientras, el griego Kyriakos Mitsotakis ha pedido “una discusión más seria” en este sentido.

En cambio, hay países que no quieren hablar de eurobonos y de deuda conjunta. “Siempre decimos, y lo dijimos hace semanas, que la deuda sostenible es importante, que debe haber un buen equilibrio en las finanzas, y la salud financiera es importante. Esas son cuestiones, y nos oponemos a los eurobonos”, expuso en este sentido el primer ministro neerlandés, Dick Schof. Eso no quita, añadió por su parte el finlandés Petteri Orpo, que Rusia sea ahora y de cara al futuro “una amenaza permanente” para Europa.

Y mientras, crece una idea: las palabras importan. Y en los conceptos están por ejemplo España e Italia, que no quieren hablar de “rearme” y han hecho que la Comisión empiece a desterrar la palabra. Pedro Sánchez abogó por ser quirúrgicos en general. “El término rearme no me gusta en absoluto. No comparto ese término en absoluto. Creo que debemos de hablar de otra manera cuando hablamos de mejorar las capacidades de defensa europeas”, porque esto, para España, va más allá de lo militar. Asimismo, ha recordado que la UE “es un poder blando”. Los conceptos “importan”, comentaron fuentes diplomáticas, que no ven este elemento como una clave en los debates.

El mismo argumento que Sánchez usó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. “La cuestión de la seguridad no está ligada solo al rearme”, matizó, sino que se trata, dijo, de un concepto “mucho más amplio”. Europa tiene que entender esto, añadió. ¿Por qué? “Para tener la certeza de que los recursos que estamos poniendo a disposición se puedan emplear en la defensa de las fronteras, para la ciberseguridad, para las infraestructuras estratégicas, para las materias primas”. Con todo ello, pide ser “prudentes con los mensajes que se envían a los ciudadanos” en estos momentos.

Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.