En las últimas horas, entraron en vigor los nuevos aranceles contra decenas de socios comerciales de Estados Unidos, que van del 11 al 50 por ciento, con la excepción de China, para la que serán de 104%.
En tal contexto, el presidente Donald Trump dijo que “estos países nos están llamando para besarme el culo”, en busca de un acuerdo.
Los países golpeados por los aranceles “mueren de deseo” de hacer un acuerdo”, dijo el mandatario al hablar en la cena de gala del Comité Nacional Republicano (NRCC), en Washington.
“No queremos necesariamente hacer un acuerdo con ellos. Estamos contentos de estar así, tomando nuestros dos millones de dólares al día, pero ellos quieren hacer un acuerdo con nosotros”, sostuvo el presidente. “Vienen los fabricantes de chips, vienen todos, nunca tuvimos algo así”.
“Pienso que China hará un acuerdo a un cierto punto”, agregó Trump, que subrayó: “Sé lo que estoy haciendo.
Trump reveló que le dijo a la empresa taiwanesa productora de chips TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) que “si no construyen su planta aquí, pagarán aranceles de hasta el 100 por ciento”.
Durante la cena, Trump atacó a los “rebeles republicanos que quieren meterse y dicen ‘creo que el Congreso debería asumir las negociaciones” por los aranceles. Dejen que se los diga, ustedes no negocian como negocio yo”, advirtió.
El presidente dijo a los republicanos que “dejen de alardear” sobre sus preocupaciones acerca de su “gran y hermoso proyecto de ley” que extiende los recortes de impuestos de su primer mandato y permite nuevos gastos en seguridad fronteriza.
Trump argumentó que la legislación es esencial para mantener el apoyo del partido en 2026 y se dirigió a los pocos republicanos que cuestionan los aranceles: “Solo hay que ir al grano. Cerrar los ojos y poner manos a la obra. Este proyecto de ley es fenomenal. Dejen de pavonearse”, advirtió.
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