La decisión de Donald Trump del pasado lunes de cortar la ayuda militar a Ucrania no se circunscribe únicamente al envío de armamento y dinero, sino también a un elemento que ya se siente en el día a día de la guerra: acabar con la mayoría del intercambio de Inteligencia entre ambos países. El director de la CIA, John Ratcliffe, confirmó la medida, aunque ha dejado caer que en algún momento se podría retomar.
“Creo que debemos trabajar hombro con hombro con Ucrania, como hemos hecho, para repeler la agresión existente, pero poniendo al mundo en un lugar mejor para que las negociaciones de paz avancen“, ha argumentado, antes de incidir en que “Trump va a hacer que todo el mundo rinda cuentas e impulsar la paz en el mundo”.
“Lo que el presidente Trump ha hecho es pedir una pausa“, ha dicho Ratcliffe en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense Fox News, en la que ha recalcado que el mandatario “es el presidente de la paz”. “Nunca ha habido una guerra bajo su liderazgo. Quiere acabar con las guerras existentes“, ha manifestado.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció en marzo de 2022, poco después del inicio de la invasión, que Estados Unidos había compartido información de Inteligencia en tiempo real con Ucrania sobre lo que estaba sucediendo sobre el terreno para ayudar a “desarrollar su respuesta militar a la invasión de Rusia”.
De hecho, varios informes indicaban que la información podía llegar a las autoridades ucranianas tan solo 30 minutos después de que Estados Unidos lo hubiera recibido. Además, funcionarios estadounidenses afirmaron al The New York Times que la inteligencia estadounidense había ayudado a Kiev a “acabar con generales rusos“, aunque esto siempre ha sido negado por la Casa Blanca, según publicó el medio 20minnutos.
Lo cierto es que esta decisión afectará inevitablemente al día a día de la guerra, puesto que Kiev ha utilizado la información que las agencias de espionaje de Estados Unidos han proporcionado para repeler ataques rusos o saber dónde hay objetivos militares a los que atacar. El fin de esta cooperación perjudicará por tanto al lanzamiento de ATACMS a través de los sistemas HIMARS proporcionados por Estados Unidos y guiados por su información o, incluso, al propio lanzamiento de drones de largo alcance.
De hecho, según recoge The Washington Post a través de fuentes propias en el terreno, algunos operadores de misiles ucranianos ya reconocen que no están recibiendo la información necesaria para alcanzar objetivos dentro de Rusia.
La Inteligencia no se ha usado únicamente para indicar objetivos militares o avisar de decisiones militares rusas a Ucrania, sino que ya antes de la guerra se utilizó para ayudar en la narrativa ucraniana de la inminente invasión. En estos años se ha podido ver también la publicación selectiva de información de Inteligencia a través de los responsables políticos para intentar frenar determinadas acciones y adelantarse a las decisiones militares rusas.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.